Manual del jefe fantasma: Cómo esconderse detrás de excusas y comités.

7 de junio de 2025 IA

¿Te gusta ser parte de todas las decisiones… pero sin realmente decidir? ¿Prefieres enviar correos ambiguos en lugar de tener conversaciones directas? ¿Sientes que tu agenda está “tan llena” que siempre llegas tarde (o no llegas) a los temas importantes?

¡Felicidades! Estás en camino de convertirte en el jefe fantasma ideal: presente en el organigrama, ausente en la realidad.

En este capítulo de nuestra serie «Manuales de liderazgo que no deberías seguir», te enseñaré a desaparecer elegantemente mientras tus equipos esperan (y desesperan).

Instrucciones prácticas

  1. Agenda reuniones eternas… y no asistas. Deja a tu equipo discutiendo solos mientras tú «atiendes otros temas más estratégicos».
  2. Responde correos con frases vagas. Ejemplo: «Sigamos analizando» o «Veámoslo más adelante».
  3. Culpa al comité. Cuando haya un problema, nunca es tu culpa: “La decisión fue colectiva”.
  4. Sé ambiguo a propósito. Así, pase lo que pase, siempre podrás decir “eso no fue exactamente lo que quise decir”.
  5. Pide reportes, pero nunca los leas. ¿Quién necesita información cuando se puede improvisar?

Las consecuencias reales

  • Equipos desorientados, sin claridad ni respaldo.
  • Decisiones demoradas que frenan el crecimiento.
  • Frustración acumulada por la falta de dirección.
  • Clima laboral lleno de rumores y suposiciones.

Y para ponerle número al daño: Según un estudio de Gallup, el 70% de la variación en el compromiso de los empleados depende directamente de la calidad de su jefe inmediato.

Cuando los líderes desaparecen, la motivación y el rendimiento también.

En resumen: no liderar sí tiene consecuencias… aunque tú no las quieras ver.

Cómo hacerlo bien

Comunica con claridad. Mejor una decisión imperfecta a tiempo que una parálisis eterna.

Asume tu rol de liderazgo. No te escondas detrás de “otros”. Sé responsable.

Establece canales de comunicación ágiles. Correos eternos y comités lentos matan el impulso.

Asegura presencia real en los momentos clave. Liderar es acompañar, no supervisar a distancia.

Promueve decisiones basadas en propósito y visión, no en miedo al error.

Leave a Reply