En la era actual, marcada por una evolución constante y acelerada, las empresas buscan incansablemente vías para mantenerse relevantes y competitivas.
Una estrategia que se destaca, según el «Reimagining Industry Futures Study 2024» de EY, es la adopción de tecnologías emergentes. Este enfoque no solo cataliza la transformación empresarial sino que también refuerza el compromiso con prácticas sostenibles y responsables.
La relevancia de las tecnologías emergentes en el mundo corporativo ya no es una novedad, pero lo que sorprende es la velocidad a la que se integran en las estrategias de negocio.
Más del 80% de las organizaciones encuestadas por EY enfatizan la importancia de los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) al planificar sus inversiones tecnológicas. Este dato es revelador: indica un cambio paradigmático hacia una gestión empresarial que valora la sostenibilidad tanto como la rentabilidad.
La sustentabilidad se perfila como un beneficio innegable de las nuevas tecnologías. Al reducir el consumo de energía y mejorar la medición del impacto ambiental, las empresas no solo optimizan costos sino que también contribuyen activamente a la conservación del planeta. La integración de estas tecnologías en la cadena de valor representa una oportunidad dorada para alinear los objetivos empresariales con los principios de responsabilidad social y ambiental.
Sin embargo, la adopción de tecnologías emergentes no está exenta de desafíos. La integración, la escalabilidad y la gobernanza de los datos se presentan como obstáculos significativos.
Estos desafíos subrayan la necesidad de un enfoque meticuloso y estratégico, que permita combinar diferentes innovaciones para maximizar la creación de valor sin comprometer la eficiencia o la seguridad de la información.
La Inteligencia Artificial Generativa (GenAI) emerge como un horizonte prometedor, con un 43% de las empresas ya invirtiendo en esta área.
La GenAI no es solo una herramienta para la automatización; es un catalizador para la innovación, la mejora de la experiencia del cliente y la toma de decisiones estratégicas. Su adopción representa un salto cualitativo hacia un futuro en el que las máquinas no solo ejecutan tareas, sino que también contribuyen al pensamiento creativo y estratégico.
Frente a este panorama, la llamada a la acción para los líderes empresariales es clara: adoptar las tecnologías emergentes con entusiasmo y una mentalidad abierta.
La transformación tecnológica no es un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar una mayor eficiencia, sostenibilidad e innovación. Las organizaciones que lideran esta transición no solo se preparan para el futuro; están moldeando activamente el futuro del entorno empresarial.
En conclusión, el estudio de EY nos invita a reflexionar sobre el rol transformador de las tecnologías emergentes en el mundo empresarial.
La adopción de estas tecnologías, especialmente cuando se hace con un enfoque en la sostenibilidad y la inteligencia artificial, no es una opción sino una necesidad para las empresas que buscan prosperar en un mercado global dinámico y altamente competitivo. Es hora de que las organizaciones abracen el cambio, liderando con visión y determinación hacia un futuro tecnológicamente avanzado y sostenible.
Aquí les comparto el estudio de EY, para que saquen ustedes mismos sus conclusiones: